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Cómo ingenieros al servicio del desarrollo de la industria nacional, la investigación estratégica y el desarrollo sustentable, entendemos que los hidrocarburos son la materia prima para poder desarrollar el país, fuente de energía barata. Pero sólo si está en manos del estado y éste el que investiga, explora, explota y comercializa el preciado recurso.
Todos sabemos que esos beneficios se perdieron con la salvaje privatización lanzada por Menem en 1989, que a pesar de haber sido repudiada y vencida por millones de votos, fue mantenida hasta hoy por todos los gobiernos. Los combustibles, de bien social pasaron a ser un negocio y un commodity internacional, haciéndolos pagar como si fueran importados cuando son producidos en el país y a bajo costo. El colmo del abuso es el escandaloso precio de la garrafa de gas.
Como si fuera poco, la privatización demostró su fracaso: después de 15 años es incapaz de mantener el autoabastecimiento que habíamos logrado y volveremos a importar; las reservas bajaron de 25 años a 7 y las petroleras no cumplieron con su obligación de perforar nuevos pozos para reponer los caudales extraídos; no se construyó ni un metro de gasoducto para abastecer a la mitad de las ciudades y provincias que no lo tienen; el tesoro nacional perdió una renta aproximada de más de 10.000 millones de dólares anuales que le permitían financiar la industria y políticas sociales.
![]() ¿Puede nacionalizarse el petróleo y el gas? La experiencia boliviana demuestra que sí, y sin el anunciado caos económico o el retiro de las petroleras. Hoy el 75% del pueblo argentino reclama nacionalizar los hidrocarburos mientras el gobierno nacional profundiza la política del menemismo al transferir a las provincias las concesiones que mantenía la Nación. Una vez más el Kirchnerismo muestra su veta Menemista. En la Reforma Constitucional de 1994, la provincialización del petróleo y gas fue canjeada por la reelección de Menem, dejando en manos de las 10 provincias petroleras el manejo total del recurso. Ellas suman el 15% de los habitantes del país, mientras que el 85% restante que habita las 14 provincias sin petróleo –Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, etc.- financiaron su exploración, investigación, extracción e industrialización durante 80 años. Con un barril internacional a 100 dólares, un costo de producción en el país inferior a 5 dólares, y recibiendo las mas bajas regalías del continente –menos del 12%- no hay mayor negocio para las provincias que asociarse a la Nación en la patriada por recuperar el 100% de los hidrocarburos y repartirlos con equidad entre ellas y el conjunto del pueblo.
Por estas razones, ciudadanos de todas las ideas y sectores, de la ciudad y el campo, del trabajo, el comercio, la producción, la cultura o la técnica, hoy se suman a la gran patriada de superar el millón de firmas por la nacionalización del petróleo y el gas y la modificación del artículo nº 124 de la Constitución, que los provincializa. Es por esto que desde el ALDE nos sumamos a esta iniciativa para seguir por el camino de Mosconi y de la estatización. En suma: o se está por el país y la nacionalización de los hidrocarburos, o se está con las petroleras contra los intereses del pueblo argentino.
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